viernes, 10 de mayo de 2013

La precesión de los Equinoccio

La precesión de los equinoccios… el evento que hemos esperado por 12.500 años


En la escuela nos han enseñado que la tierra posee dos movimientos; uno de traslación, a lo largo de la órbita alrededor del sol y otro de giro sobre el eje que pasa por los polos de la tierra, llamado de rotación. Pero esto no es exactamente cierto, pues nuestro planeta, tiene realmente 4 movimientos. Los dos que enseñan en la escuela y otros dos, que no se nombran mucho, llamados, nutación y precesión. Este último movimiento, llamado precesión, es comparable con el fenómeno que normalmente se observa en los trompos; en los que, además del movimiento de rotación, es posible observar como el eje entre sus polos norte y sur describe un circulo, Haciendo que este dibuje un cono, lo cual es válido para todo cuerpo que rota bajo el influjo del planeta tierra y su campo gravitacional.

Este particular y curioso movimiento, se producirá en todos los cuerpos que rotan, respetando una formula, por lo que es posible calcular su periodo; o lo que es lo mismo, el tiempo que tardara el eje en completar un cono, dibujando un giro de 360º. Por ser la Tierra un objeto del sistema solar y estar bajo el influjo gravitatorio, como cualquier otro elemento del sistema; rota y manifiesta este movimiento, cuyo período particular es de 25.000 años aproximadamente; tiempo en el cual el eje de la tierra dibuja el cono, por efecto de la inclinación de este y el movimiento de precesión. Lo particular, de lo expresado hasta ahora, es que el planeta completa la mitad de ese periodo; es decir, la primera mitad del giro de precesión, el 21 de diciembre del 2012 aproximadamente, y que además habrá, en ese momento, una alineación con todos los planetas del sistema solar y el centro de la galaxia en la que habitamos los seres humanos; por lo que el evento, trae consigo una particular expectación, tomando en cuenta que, esta es la primera oportunidad en que los seres humanos, podremos observar esta particular circunstancia, en la que podríamos considerar, sin temor a equivocarnos, un reinicio del sistema completo; sin dejar de acotar que sucedía lo mismo, pero de forma totalmente opuesta, hace ya 12.500 años atrás, durante el solsticio de verano de aquel momento, en lugar del de invierno como esta por suceder en nuestros días.
Astronómicamente, esta vez, como en todos los solsticios de invierno, que acontecen el 21 de diciembre de cada año,  aproximadamente; el hemisferio norte vera la noche más larga del año, pero además será, al mismo tiempo, la noche más larga en los últimos 25.000 años de la humanidad, pues el eje de la tierra producirá su ángulo más extremo y será el día en que el sol se levante menos sobre el horizonte, desde ese entonces, para el hemisferio norte de nuestro planeta.

En términos, más específicos y pensando en lo que el hombre percibirá ese día, en cuanto al fenómeno; pudiéramos decir que, será el día en que el hombre vea a su astro primordial, levantarse la menor altura por encima del horizonte, notándose la duración del día mucho más corta que la de la noche. En particular, se producirá la noche más larga en los últimos 25.000 años, como ya se dijo. Se puede decir, que en ese solsticio de invierno, nuestro Sol tendrá la menor fuerza que jamás ha observado la civilización humana conocida. A lo que se sumará que el hombre podrá observar los planetas del sistema que son visibles, a lo largo de una línea recta que unirá a Saturno con el centro de la galaxia.

Hasta aquí, el hecho científico, puro y duro de lo que acontecerá fenoménicamente hablando, ese particular día. No deja de maravillarme, el hecho de que los Mayas hayan calculado su calendario hasta ese día especifico. Nunca sabremos cuanto conocimiento se perdió, cuando la iglesia quemo, a través de los conquistadores, todo lo que esta civilización dejo escrito en los códices, pues fueron muy pocos los que se salvaron y es de ellos que hemos podido rescatar lo poco que sabemos de su existencia hasta hoy.

Nunca faltan los que han hecho predicciones de lo que acontecerá y del porque los Mayas no quisieron contar más sus días, después de esta particular efeméride. No faltarán los pseudo científicos prediciendo catástrofes, ni los astrólogos poco serios, haciendo predicciones a partir del acontecimiento que la humanidad se prepara a vivir, ese particular solsticio de invierno. La verdad fenoménica es que lo único particular, que la razón permitirá concluir, para ese día, no es otra cosa que el cierre de un ciclo de 25.000 años y con él, el comienzo de otro que a partir de ese momento comenzará.

Tal como sucede en cada solsticio de invierno, el sol, después de su equinoccio de verano, donde luz y oscuridad tenían igual fuerza, ha venido disminuyendo su fuerza, como todos los años, hasta que llega a su menor nivel, el día del solsticio de invierno, donde como siempre, el sol y su luz cede el paso a la noche y la oscuridad, que ya ha venido aumentando su fuerza desde aquel momento equinoccial, en la misma proporción en que nuestro sol ha venido perdiéndola. Lo particular del fenómeno, esta vez, es que, el Sol alcanzara su punto más bajo en milenios, y el gobierno de la oscuridad se hará máximamente poderoso, en ese día, sin embargo, y como sucede siempre, inmediatamente después de sucedido el momento solsticial; el Sol; más joven que nunca, comenzara su progresivo ascenso hacia su madurez, que al igual que hoy es mínima por la posición de la precesión, será esta vez máxima dentro de 12.500 años en el futuro.

El término “más joven que nunca” es casi literal, por la particular condición de que la posición solsticial del sol será la más baja, desde hace miles de años, y con cada giro anual, el sol ira tomando fuerza progresivamente. Pero también será, al mismo tiempo, la noche más adulta y madura en miles de años. Si se divide el circulo de la precesión en cuatro partes, podemos observar que este círculo presenta dos posiciones extremas, una donde el eje de la tierra está en su máxima posición alejada del influjo solar, que sucede el 21 de diciembre de este mismo año aproximadamente y otra que sucederá y ha venido sucediendo cada 12.500 años donde el eje de la tierra está en su posición más cercana al sol y por tanto a su influencia.

El ciclo de 25.000 años no es extraño a las civilizaciones antiguas. Para el hinduismo, el ciclo de la precesión es llamado “aliento de Brahama”; para los griegos de la época de Platón, el periodo es considerado el “año Platónico”.  Hiparco de Nicea fue el primero en dar un valor muy aproximado de la precesión de la tierra, Ptolomeo atribuye la fecha de este cálculo entre los años 147 a.C. al 127 a.C. Sin embargo, hay indicios de que, aun cuando el fenómeno era conocido, al menos en parte por los sabios antiguos; Cidenas advirtió este desplazamiento, ya para el año 340 a.C.

Lo que realmente produce el movimiento de precesión de la tierra, no es más que el efecto del momento de fuerza, que se percibe por el achatamiento en los polos y el ensanchamiento ecuatorial del planeta, que dada la diferencia de masa entre los polos y el ecuador, además de la inclinación del eje, produce su máximo momento de fuerza durante los solsticios, obligando así el cabeceo del planeta, que intenta compensar la diferencia. Este cabeceo que por la rotación dibuja una circunferencia es lo que llamamos movimiento de precesión. De forma tal que, si la tierra fuese perfectamente esférica, no existiría este movimiento y no habría por tanto modificación alguna en la dirección del eje terrestre.

Volvamos por un instante a considerar lo que implica la alineación planetaria que va a suceder ese particular solsticio del año 2012. Hemos dicho ya que todo el sistema solar visible por el ojo humano, estará sobre una línea que unirá a Saturno con el centro de la galaxia. Y además la tierra estará en su máximo ángulo de declinación en los últimos 12.500 años. Es entonces válido decir que; el centro de la galaxia, el Sol, Mercurio y Venus proyectaran su influjo de manera directa sobre el hemisferio sur y La Luna, Marte, Júpiter y Saturno reflejaran la luz que reciben del sol de la forma más directa, en que es posible hacerlo y lo han hecho en los últimos 12.500 años. Ello simbólicamente hablando, es equivalente a decir que el influjo de estos planetas tendrá una forma refractiva para el centro de la galaxia, el Sol, Mercurio y Venus y una forma reflectiva para Marte, Júpiter y Saturno, que además será su máximo en los últimos 12.500 años y en ese particular momento del solsticio. De este hecho, los astrólogos podrán sacar interesantes conclusiones con toda seguridad.

Haciendo, por otro lado, una analogía con un reloj de manecillas, lo que sucederá en ese solsticio particular, es equivalente a que todas las manecillas estarán en las 12, tal cual como el reloj salió de fabrica, antes de darle la primera cuerda o insertar por primera vez las baterías en el mecanismo, que pienso es una razón, también a considerar cuando los Mayas calcularon el tiempo de su calendario hasta esa particular fecha. Pero hay una importante diferencia que solo es posible percibir cuando se comprende bien lo que sucede. Desde hace 12.500 años aproximadamente, el eje terrestre ha venido moviéndose hacia este punto, vale decir, ha estado alejándose o buscando el máximo ángulo con el plano orbital del sol; es decir, se ha estado alejando lentamente de la influencia solar directa, para el hemisferio norte; y a partir de ese momento, comenzara un viaje de retorno buscando nuevamente el ángulo equivalente, pero en oposición, es decir, que el hemisferio norte dará su cara más directa al sol, hasta dentro de 12.500 años. Simbólicamente, podríamos decir que está llegando a término el gobierno solar en el hemisferio norte y comienza el gobierno de la noche, entendiendo que aquí la noche es tan solo lo opuesto a la luz y en ningún momento, se pretende la connotación negativa que nuestra cultura le da a la oscuridad, que durara 12.500 años, hasta que nuevamente entregue la posta o testigo y toda la vuelta comience de nuevo. También pudiéramos decir que, hasta ese momento de la precesión equinoccial, el giro se ha venido dando desde la luz a la oscuridad y ahora el mismo giro continuara su marcha desde la oscuridad hacia la luz.

¿Por qué hablamos de un asunto que parece solsticial y le damos nombre equinoccial? La respuesta es verdaderamente interesante, pues si se es acucioso, el equinoccio está marcado por el punto en que la eclíptica o plano perpendicular al eje terrestre en la rotación, corta al plano ecuatorial terrestre, y va cambiando porque el eje de rotación cambia con la precesión. Así pues, como ejemplo, hace 2.000 años el punto de corte marcado por el equinoccio primaveral se ubicaba en Aries, y la precesión ha hecho que hoy, 2.000 años después este punto de encuentre saliendo de Piscis y entrando en Acuario, cuya entrada sucedió, aproximadamente en el 1976; un tiempo reciente relativamente, cuando hablamos de periodos tan largos como 25.000 años. Así seguirá cambiando, progresivamente a lo largo de todos los signos zodiacales en los próximos 25.000 años, definiéndose las eras zodiacales con cada cambio del punto equinoccial. Aquí, no es casual por supuesto que, resulte interesante que con cada cambio de era, los acontecimientos importantes tienen relación directa con los elementos y características del signo de la era.

Si vemos esto en la logia, nuestro eje polar ubicado en el medio día o 2da.Vig., en el día particular del solsticio de invierno del 2012, se encontrará con su máxima inclinación hacia las columnas de la logia y a partir de entonces comenzará muy lentamente a moverse, desde el occidente, donde están las columnas, hacia Oriente donde está el V:.M:., que pudiéramos decir que es el equivalente a moverse de la oscuridad a la luz, lo cual es sumamente interesante, pues en el tiempo previo se movía de Oriente hacia occidente, vale decir, de la luz a la oscuridad. Me pregunto en este punto ¿Qué cambios se producirán en la masonería, por efecto de este cambio en el comportamiento del mundo manifestado? Una respuesta concreta es imposible, pues no hay una referencia que nos dé un indicio claro; todo lo que al respecto podamos decir no pasará de ser una especulación, pero sin embargo, sería interesante observar con detenimiento, en el tiempo por venir, la 2da. Vig. y los aprendices, que con seguridad serán protagonistas inequívocos de estos acontecimientos por venir.

Finalmente, no puedo más que proponer, que estemos muy atentos, con lo que a partir de ahora, va a acontecer en nuestro entorno, pues las cosas de la manifestación comenzaran a moverse de manera diferente desde el solsticio y por los próximos 12.500 años, pues si todo es como se ha dicho, los cambios que se suceden en el macrocosmos, ven su reflejo en el microcosmos y viceversa, por lo que el cambio del sentido de movimiento que sufrirá el eje de rotación terrestre, deberá tener un reflejo en nuestro propio eje rotacional, que no es precisamente el que va de la cabeza a los pies, puesto que nuestro medio día se ubica anatómicamente en otra línea de nuestro cuerpo físico. Dejo así al lector, la inquietud de buscar ¿Cual es su propio medio día? y ¿Cuál es el cambio que sobre este se producirá? En los próximos 12.500 años.

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